Este lunes 14 de julio, en la sede de la Legislatura, comenzó la Convención Reformadora de la Constitución de la Provincia de Santa Fe. El acto de apertura de sesiones estuvo encabezado por el gobernador Maximiliano Pullaro, la vicegobernadora Gisela Scaglia, la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Clara García, y el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Roberto Falistocco.
“Iniciamos esta Convención Reformadora con el desafío de honrar esa tradición federal, humana y democrática de Santa Fe. Nos toca estar a la altura de ese legado que nos hizo una provincia invencible y a la altura de una sociedad pujante. Entendemos que reformar no es un gesto técnico, es un acto político y cultural, un momento fundacional que expresa qué sociedad queremos ser”, indicó Pullaro, quien también se desempeña como convencional.
El presidente de la Corte fue el encargado de tomar juramento al convencional de mayor edad, Osvaldo Sosa, como presidente provisional, y a la convencional Candela Rodríguez, la más joven, como secretaria, y luego Sosa tomó juramento a los restantes convencionales.
Se definió como presidente de la Convención al senador provincial y convencional Felipe Michlig, y como vicepresidentes a los convencionales Diego Giuliano (1°), Marcos Peyrano (2°), y Daiana Gallo Ambrosis (3°). Y finalmente se dio paso a un cuarto intermedio para ultimar los detalles del reglamento que regirá en la Convención integrada por 69 convencionales que tiene por objetivo debatir, reformar y sancionar modificaciones a la Constitución provincial, vigente desde 1962.
Un inicio complicado
El arranque de la Convención Constituyente fue caótico. La sesión prevista para las 10 de la mañana del lunes se retrasó más de una hora por desacuerdos entre bloques que no lograron consensuar el reglamento de funcionamiento, algo que debían haber resuelto en las semanas previas. Finalmente, los convencionales juraron sin contar aún con reglas claras para el desarrollo del debate constitucional.
A ese clima de incertidumbre se sumó un hecho inesperado y grave:
la convencional del Frente de la Esperanza, Alejandra "Locomotora" Oliveras, sufrió un ACV y debió ser internada de urgencia en el Hospital Cullen, donde quedó en terapia intensiva. Su ausencia fue una de las más notorias, ya que durante la jornada volvió a ser impugnada por la diputada Amalia Granata, quien cuestionó su designación.
La tensión política se hizo evidente desde el ingreso de los convencionales al recinto. El gobernador Maximiliano Pullaro dio un discurso desde el estrado, lo que fue objetado por sectores de la oposición que señalaron que el mandatario debía comportarse como un convencional más. Además, hubo acusaciones cruzadas y denuncias públicas, como la de Granata contra el presidente electo de la Convención, Felipe Michlig, a quien acusó de corrupción.
En paralelo, las negociaciones por el reparto de comisiones y autoridades internas avanzaban con fuertes disputas. El bloque Más para Santa Fe —con Juan Monteverde como una de sus voces más críticas— cuestionó la actitud del oficialismo, acusándolo de querer imponer su mayoría. Mientras tanto, sectores aliados al peronismo y bloques como La Libertad Avanza aceptaban cargos en la conducción, revelando fracturas internas y estrategias dispares dentro de la oposición.